Soy la Otra de una tal Lola.
La que se alberga en el interior de una dama convencional. Soy las dos. Y de ésta, también soy la Otra.

Cualquier parecido con la realidad en personajes o historias, es mera intrascendencia.

domingo, 21 de marzo de 2010

Desdobladas

Lola conoció a Jul hace mucho tiempo. Tenía poco más de veinte años, cuerpo atlético y un gusto por las mujeres mayores que ella bastante acusado. Nos liamos al salir de un antro que ya no existe, Rocky Racoon. Creo que yo empezaba a ser para Lola más heavy que aquel sitio.
Pasé la noche con ella y esa fue la perdición de Lola, terminé por salir y aferrarme a todo lo que pudiera para mantenerme fuera.

Pero Lola no puede dejar de verme como algo inapropiado y detestable que hay que desterrar. Estoy completamente sana, pero no podemos evitar enfermar cuando lidiamos la una con la otra.
Es ahí cuando Lola se derrumba y me aniquila. Me encierra en lo más alto de su castillo de naipes. Se olvida de mí durante temporadas hasta que consigo salir. Así ha sido siempre.
Lola nunca reconocerá que la he salvado de sus historias. Si yo no aparezco ella sigue enfrascada en seudoamores, soy la única que me atrevo a ir detrás del viento para que escuche su nombre.
Y Lola es consecuente. Entiende que cuando abre la puerta ya no hay marcha atrás, aunque luego vuelva a sepultarme. Siempre ha sabido que cuando decide liberarme es la hora señalada. "La hora de partir, oh, abandonada..."
Lola tiene todos los sentimientos agolpándose en su fragilísimo cuerpo. Será por eso que yo no siento.
Será por eso que soy yo la que blasfema, la que no ama, la que utiliza un lenguaje grotesco cuando quiere hablar claro, la que va de cama en cama anhelando encontrarme con ella, conmigo, con otro ser que no esté partido, con la mismísima vida que nos ha desdoblado.

5 comentarios:

  1. Buena música la del Rocky Racoon.
    En antros de este tipo es lógico dejarse llevar...como en un baile de salón...
    Estar doblado o desdoblado...Gran dilema.

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  2. a Lola se la debe acariciar suavemente la mejilla, mimarla y hacerle el amor entre sábanas de lino fresquitas y bien planchadas, y eso lo sabes muy bien tú, la otra, la que le gusta que detrás un beso robado se desate la tormenta de miembros entrecruzados en cualquier rincón donde la triste luz de una farola simplemente alimente el deseo carnal una ardiente noche de verano, sudor contra sudor, respiraciones entrecortadas metiendo la mano dentro del pantalón del otro, lenguas encadenadas, desenfreno de una noche de lujuria y pasión totalmente descontrolada.

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  3. Veo que no tienes nuevas publicaciones..., pero que el blog ha cambiado mucho...Me alegro.
    Me encanta tu explicación del margen izquierdo sobre la Otra.
    Yo, sin embargo tengo poco de otra, pues las personas que no me conocen no me conocerán ni de una ni de otra manera...La osadía (aunque doy libre albedrío para entender mi último post), es precisamente mi punto fuerte, siempre lo fue y espero que lo siga siendo, por muchos chascos que en algún momento te puedas llevar, je,je Pero el que no arriesga no gana. Y el que desperdicia un segundo de su vida, no sabe lo que hace...Claro, que a mi me da igual, yo miro por mi y por quien me necesita y cada cual se las apañe como sepa y quiera. ¿Quién soy yo, para meterme en la vida de nadie?
    A mi lo que me gusta es "utilizarme", y procurar ser feliz.
    Un abrazo a las dos, de una dual, trial, cuatrial, quintrial.... O más fácil: de mi que soy todas sin esconderme.
    Besos de una Lunska "loca" que te quiere.

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  4. Este relato es desgarrador, deberias advertir que su lectura perjudica seriamente la autocomplacencia.

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  5. Entiendo perfectamente lo que dices, hay casi siempre otra u otro que se esconde en nuestro interior y brota de vez en cuando. Los dos yos forman nuestra mismidad, yo creo que es bueno mantener una parte de nosotros para nosotros mismos. Quizá ése es el necesario rincón de los sueños.

    Un beso.

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